Pensamiento ágil (PASCUAL)
La llegada de la COVID-19 y la propia evolución empresarial nos sitúan ante nuevos paradigmas en la gestión de las personas. La irrupción de las nuevas tecnologías está transformando la forma de relacionarnos, el teletrabajo y la flexibilización de los esquemas tradicionales, la innovación abierta, la gestión agile en su amplia acepción, todo cambia y todos debemos cambiar. Hoy hablamos de cómo mejorar nuestras capacidades de adaptación a entornos complejos e inciertos, con métodos flexibles que potencian la creatividad y la innovación, combinando la interacción humana con el aprendizaje basado en datos. Como contrapartida, los riesgos de este salto tecnológico pueden dejar atrás a muchos trabajadores sin las aptitudes necesarias.
¿Dónde queda la inclusión y la inserción de personas con discapacidad? aunque es cierto que la pandemia ha golpeado con especial virulencia a estos colectivos, especialmente en los países menos desarrollados, esta disrupción geopolítica, tecnológica y demográfica también nos está aportando una nueva visión en cuanto a la eliminación de barreras tanto físicas, tecnológicas como mentales. En este escenario la diversidad es un activo que cobra especial relevancia, las capacidades diferentes emergen como nuevas oportunidades que se nos brindan. Cuanto más ricos y heterogéneos sean los entornos laborales, mayor capacidad adaptativa tendremos como empresa. Cuanto más diversos, mayor atracción de talento generaremos como empleadores.
Hay pegamentos que consideramos fundamentales, como hacer llegar el propósito de Pascual y sus marcas, al corazón de las personas. Aquellas empresas que fortalezcan este vínculo con sus empleados conseguirán una conexión multiplicadora. En Pascual, nuestro propósito de “Dar lo mejor para el futuro de la alimentación” es una palanca viva que se impulsa desde el negocio, y que se materializa en torno a la filosofía de sostenibilidad económica, social y ambiental en nuestra cadena de valor. Ya sea, por citar dos ejemplos recientes, desde el agua mineral natural Bezoya, con botellas 100% plástico reciclado y el objetivo de ser neutral en carbono este año, o a través de nuestra marca de café Mocay, con sus monodosis 100% compostables y trabajando para eliminar este año el café torrefacto en toda su gama, entre otras evidencias de nuestro negocio responsable. El vínculo de nuestros empleados con la misión es una constante desde el primer día en la empresa.
Hoy tenemos un 3% de profesionales con discapacidad en la plantilla, por encima de la exigencia legal, y con diversas alianzas garantizamos la inserción laboral y la integración del colectivo, no solo desde la contratación directa, gracias al trabajo que desarrollamos junto a la Fundación ONCE, sino también a través de la compra de bienes y servicios a Centros Especiales de Empleo como ILUNION, , además del apoyo a la discapacidad a través de nuestro patrocinio al deporte paralímpico, entre otras iniciativas. De esta forma, y gracias a aliados sociales como el Grupo Social ONCE, impulsamos el empleo responsable y de calidad en toda nuestra cadena de valor, con foco en la contratación directa, pero también en todos los servicios y productos que adquirimos.
Quizás las barreras más complicadas de superar no sean las anteriores, sino las invisibles, las que tienen que ver con la mentalidad, con la apertura a nuevas formas de trabajar. Sea cual sea tu “silo” o tu condición en la organización, todos estamos aquí para ayudar a su adaptación, evolución y transformación…, para seguir aportando valor. Para seguir dando lo mejor para el futuro de la alimentación. El pensamiento ágil rompe muchas barreras.