Un café con: Antonio López de Ávila

Para empezar, me gustaría conocer a la persona detrás del personaje. ¿Quién es Antonio López de Ávila y cómo ha sido tu camino hasta aquí?

Yo estudié Derecho, así que nada apuntaba a que acabaría en el sector turístico. Como mucho en la vida, surgió por casualidad. Me enteré de una vacante en la Secretaría de Estado de Turismo, en el gabinete del entonces secretario de Estado de Turismo y Comercio, Juan Costa, y me seleccionaron.

En ese momento, fui consciente de que ser canario era un plus: había crecido rodeado del sector turístico y había conocido y adquirido sus dinámicas, sin darme cuenta. En Canarias, la portada de los periódicos suele estar ocupada por noticias del sector, así que tenía una base de la que ni yo mismo era consciente.

Tras mi paso por la Secretaría de Estado, el IE University me ofreció la posibilidad de volver al ámbito académico y, durante ocho años, estuve al frente del Máster Executive de Turismo y de distintos programas formativos para el sector, lo que me permitió aprender, de primera mano, cuáles eran las necesidades del ámbito privado (viniendo yo del público) y, por supuesto, investigar. De hecho, hay artículos de 2008 donde ya hablábamos de turismo en el marco de las experiencias; y en 2010 empezamos a introducir la necesidad de incorporar los territorios inteligentes al turismo, lo que me llevó posteriormente, cuando me uní a SEGITTUR, a plantear el modelo de turismo inteligente, un gran hito liderado por España a nivel global.

¿Qué te ha permitido esta etapa en ONU Turismo?

A través del programa de Turismo para el Desarrollo Rural, he podido conocer comunidades remotas, muchas de ellas indígenas, que ven el turismo como una oportunidad para su desarrollo: crear empleo joven, evitar el éxodo rural y mejorar ingresos. Además, sirve como palanca para que los gobiernos mejoren infraestructuras físicas y digitales, porque de repente esos pueblos que no contaban para nadie se convierten en joyas turísticas que reflejan la autenticidad del país.

Y ahora, la Dirección de Innovación, Educación e Inversiones (IEI) constituye una posición privilegiada que me proporciona una visión global del impacto del turismo.

Es decir, nuestra función es apoyar a los estados miembros, para desarrollar políticas eficientes a la hora de atraer inversiones sostenibles, modificar y actualizar los currícula en los estudios de turismo que tienen, y desarrollar políticas innovadoras y de transformación digital en esos países.

Mi posición y función es tremendamente motivadora porque, además, identificamos talento a través de desafíos que diseñamos con cada país. Ellos nos plantean sus retos y nosotros lanzamos convocatorias para startups o scale-ups que puedan aportar soluciones. De esta forma, fomentamos la innovación directa e indirecta.

¿Cómo se relaciona el modelo de innovación de ILUNION Hotels con el de ONU Turismo?

Coincidimos en muchos puntos, pero hay uno especialmente significativo: el impacto social de la innovación. De hecho, vamos a lanzar un reto global sobre innovación social, donde uno de los focos será la accesibilidad.

Creemos firmemente que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones en igualdad de condiciones, y que el turismo es una herramienta poderosa para la inclusión; de hecho, fue uno de los primeros sectores en contratar a mujeres y jóvenes en riesgo de exclusión social.

ILUNION Hotels lo aplica con mucha claridad en su modelo. Además, coincidimos en la apuesta por la sostenibilidad medioambiental y por la tecnología como aliada para una innovación con propósito.

¿A eso se refiere la alianza que estáis trabajando con ILUNION Hotels? ¿A una innovación con propósito?

Exacto. Buscamos innovar con un propósito claro en dos frentes muy concretos: el capital social y el capital natural (recuperación de manglares, de zonas desertificadas, regeneración de ecosistemas, reducción y compensación de emisiones, etc.) Queremos que el turismo pase de ser percibido como destructor del medioambiente a ser un motor de su regeneración.

¿Y hay datos que lo respalden?

Sí, según estudios que manejamos, de 2018 a 2022, un 2,2% del Venture Capital Global fue, directamente, a empresas del sector turismo, a TravelTech. Y, de aquí a 2033, se espera una inversión de 127.000 millones de dólares en este ámbito, algo que refleja muy bien la dimensión del cambio.

Y como persona que lleva mucho en el sector, ¿cómo ves a ILUNION Hotels?

Yo conozco ILUNION Hotels desde el principio, desde que era Confortel, por lo que he sido testigo de su interesante evolución, tanto en la estrategia, como en el producto. De ser un hotel puramente orientado a un público con necesidades de accesibilidad y muy vinculado a la acción social de ONCE, ha pasado a consolidarse como una organización de impacto social con propósito, con un producto que se ha sofisticado mucho. De ahí los numerosos reconocimientos que estáis obteniendo en cuanto a excelencia; hoy ILUNON Hotels es un ejemplo para muchas compañías hoteleras del mundo.

En tu trayectoria profesional, haces muchas referencias al valor de los equipos. ¿Qué peso tienen en tu estilo de liderazgo?

En todo lo que he podido lograr, el factor común ha sido la gente. He tenido la suerte de rodearme siempre de equipos con un talento extraordinario, desde mis inicios en el Ministerio, luego en el IE University y, más tarde, en SEGITTUR. Nada de lo que hemos creado habría sido posible sin ellos. Lo mismo puedo decir de mi equipo actual en ONU Turismo: son personas con una capacidad de adaptación y transformación impresionante.

El líder, por sí solo, no es nadie si no sabe rodearse, gestionar y sacar lo mejor de los demás. La visión es importante, pero sin un equipo comprometido y alineado con esa visión, no hay avance posible. El talento se atrae, se cultiva y se impulsa.