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La imagen muestra colinas verdes con molinos de viento, y sobre ellas flotan iconos hexagonales verdes que representan sostenibilidad (como plantas, reciclaje y energía solar)

¿Qué es la huella de carbono digital?

 
 
La imagen muestra colinas verdes con molinos de viento, y sobre ellas flotan iconos hexagonales verdes que representan sostenibilidad (como plantas, reciclaje y energía solar)

La gestión de residuos en hoteles


Vivimos en un mundo conectado. Con un simple gesto, enviamos fotos, vemos nuestra serie favorita en alta definición o reservamos unas vacaciones. Aunque, ¿alguna vez te has parado a pensar en el coste oculto de esa inmediatez? Detrás de cada correo, de cada búsqueda en Google y de cada ‘like’, existe un consumo de energía real- y tangible. A este rastro invisible lo llamamos la huella de carbono digital.

Entender la huella de carbono digital, qué es, cómo afecta al planeta y su impacto en turismo y sostenibilidad es fundamental en una era donde la digitalización avanza a un ritmo vertiginoso. Para nosotros en ILUNION Hotels, comprometidos con un futuro más sostenible y accesible para todos, esta conciencia va más allá de nuestros edificios. La sostenibilidad debe abarcar también el espacio virtual, un lugar donde, como sociedad, pasamos cada vez más tiempo. Y es que el impacto ambiental digital es una de las conversaciones más urgentes de nuestro tiempo.

¿Cómo afecta al planeta la huella de carbono digital?


Aunque parezca etéreo e inofensivo, el mundo digital tiene una infraestructura física inmensa y voraz. La contaminación digital no es una metáfora, es una realidad que se alimenta de recursos finitos. Imagina que cada vez que envías un vídeo a un amigo, ese archivo viaja a través de una red de cables, routers y antenas hasta un centro de datos a cientos o miles de kilómetros.

Estos centros de datos son edificios gigantescos repletos de servidores que funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana. Consumen cantidades astronómicas de electricidad, no solo para funcionar, sino también para mantenerse refrigerados y evitar el sobrecalentamiento. Se estima que, si internet fuera un país, sería el sexto más contaminante del mundo. Los efectos del uso digital en el medioambiente son, por tanto, enormes, contribuyendo directamente al cambio climático a través de las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿Qué es la huella de carbono y para qué sirve?


Antes de profundizar en lo digital, demos un paso atrás. La huella de carbono es un indicador ambiental que mide la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos, directa o indirectamente, por una persona, organización, evento o producto. Se expresa en toneladas de CO₂ equivalente.

¿Y para qué sirve saber qué es la huella de carbono? Su función es vital: nos permite tomar conciencia de nuestro impacto en el planeta. Al medirlo, podemos identificar las principales fuentes de nuestras emisiones y, lo más importante, establecer estrategias para reducirlas. Es una herramienta de diagnóstico indispensable para luchar contra el calentamiento global, tanto a nivel individual como corporativo.

Varias manos manipulando documentos con gráficos ecológicos, una maqueta de turbina eólica y una pantalla que indica datos.
Una mano sostiene un móvil con la pantalla encendida que muestra un gran botón rojo de encendido, mientras otra mano se acerca a tocarlo.

¿Cómo reducir la huella de carbono digital


La buena noticia es que, con pequeños gestos, todos podemos contribuir a reducir la huella digital. No se trata de volver a la edad de piedra, sino de ser más conscientes y eficientes en nuestro comportamiento online. Aquí tienes algunas ideas sencillas y poderosas:

  • Gestiona tu correo: Borra los emails que ya no necesites, especialmente los pesados con archivos adjuntos. Y, lo más importante, date de baja de los boletines o newsletters que nunca lees. Cada correo almacenado en un servidor consume energía.
  • Optimiza tus búsquedas: Sé lo más específico posible al buscar en internet para encontrar lo que necesitas a la primera. Menos búsquedas equivalen a menos energía consumida.
  • Streaming consciente: ¿De verdad necesitas ver ese vídeo de YouTube en 4K en la pantalla pequeña de tu móvil? Ver vídeos en una resolución más baja (SD en lugar de HD) puede reducir el consumo de datos y energía hasta en un 80%. Desactiva la reproducción automática en las plataformas de Streaming.
  • Descargar en lugar de transmitir: Si vas a escuchar una canción o un podcast repetidamente, descárgalo. Es mucho más eficiente que transmitirlo desde el servidor cada vez.
  • Apaga tus dispositivos: No dejes el ordenador en modo de espera eternamente. Apágalo por completo, al igual que la regleta a la que está conectado, para evitar el “consumo fantasma”.
  • Piensa antes de enviar: Ese email de “Gracias” o “Recibido” a un grupo grande de personas, ¿es realmente necesario? A veces, una llamada rápida o no responder es la opción más ecológica.

¿Por qué contamina la huella digital?


La respuesta corta es: porque consume ingentes cantidades de electricidad. La huella de carbono digital contamina porque cada una de nuestras acciones online pone en marcha una cadena de consumo energético global.

  • Nuestros dispositivos: Fabricar ordenadores, móviles o tablets requiere energía y materias primas escasas. La minería de litio, cobalto o tierras raras genera impactos ambientales severos, como la degradación del suelo, contaminación del agua y pérdida de biodiversidad. Además su uso diario también implica un consumo constante de electricidad.
  • Las redes de comunicación: la señal Wi-Fi, 4G, 5G y los miles de kilómetros de cableado físico (muchos de ellos submarinos) que conectan el planeta necesitan energía para transmitir los datos.
  • Los centros de datos: Son el corazón y el cerebro de internet. Aquí es donde se almacena la información (fotos, webs, vídeos, correos) y se procesan nuestras solicitudes. Su consumo de energía para funcionar y, sobre todo, para refrigerarse es el principal factor de la contaminación digital.
  • Basura digital y obsolescencia: La rápida renovación tecnológica genera toneladas de residuos electrónicos. Muchos dispositivos quedan obsoletos en pocos años y su reciclaje es complejo, lo que agrava el problema de la contaminación y la gestión de residuos peligrosos.

En definitiva, la sostenibilidad y huella digital están íntimamente ligadas. En un sector como el nuestro, el turismo sostenible y la digitalización deben avanzar de la mano. Ser un viajero o una empresa responsable ya no solo implica reciclar o ahorrar agua, sino también ser consciente del impacto de nuestra vida digital. Y es que cada pequeño cambio cuenta para dejar una huella más ligera, tanto en los caminos que recorremos como en la red que navegamos.

Pila desordenada de placas electrónicas con chips, puertos USB y componentes visibles

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